Segundo año y contando

¿Es que el frío no se piensa ir de mi ciudad?

¿Será acaso que el frío se ha quedado en el resto del país también?

No lo se, como dijera en un blog anterior esta se parece a la Bogotá de niño, la que conociera de pequeño a través de ventanas empañadas por un lado y liquidas por el otro...

Pero no, esta no es la misma ciudad, hay unos buses articulados que como gigantes escarabajos nos tragan en un punto para vomitarnos en otro, la gente se carga ya el teléfono en el bolsillo, mis teléfonos publicos ya no tienen el disco para marcar, eso es cosa del olvido, ¿y la ranura de las monedas? ellos creeen que es más útil tener una para tarjetas, ¿no ven que siempre se tiene una tarjeta a la mano? las monedas son más bien escasas... <- creo que algo está mal ahí, ¿no?

No se, en algo ya no es la Bogotá de niño, ya no es la Bogotá de antes

Quizá soy yo el que vuelve un momento a atrás...