20070913

La vida es un casino

La vida es un casino.

¿qué es un casino...?

Es un lugar de juego, de apuestas, de azar... sobre todo de azar, azar conlleva dos cosas, riesgo e, irónicamente, oportunidades, de hecho el riesgo es tomar o perder una oportunidad. Y la vida es lo mismo, y al igual que en el casino, se gana o se pierde, sin vuelta atrás, aunque tras ganar o perder uno sigue en la mesa jugando sus cartas.

Uno no le gana a la vida, de la misma manera que uno no le gana al casino, el casino siempre gana, igual la vida, si no fuese así los casinos no serían rentables y cerrarían sus puertas para dedicarse a otra cosa... y nuestro planeta sería un terreno baldío alrededor de una estrella amarilla.

¿Estamos entonces condenados a perder?

No, para nada. Porque en las mesas eventualmente hay jugadores que ganan dinero.

¿Dónde está el truco entonces?

La idea no está en ganarle al casino, está en ganar junto al casino... ¿de dónde? Los demás que están en la mesa y que están perdiendo. En la vida es igual. No se trata de ganarle a la vida, se trata de ganar con la vida, y ganar de lo que otros pierden... y no es injusto, mientras estés ganando lo que otros pierden, lo que otros dejan pasar, las apuestas que ellos mismos hicieron mal, o las que no hicieron, o apostar junto a alguien que sabemos que va a ganar...

No se trata de hacer trampa, esto sería injusto... solo se trata de aprovechar adecuadamente las oportunidades que se nos presentan.

Un ejemplo de ganar en la mesa de juego lo que otros pierden, el colegio. Muchos estudiantes entramos a esa mesa de juego y tomamos nuestros asientos o pupitres, recibimos nuestras cartas y comenzamos a jugar... pocos en realidad se dedican a ganar este juego, otros solo lo ven pasar. De aquí dependerá mucho, quienes a futuro podrán conseguir un título profesional o simplemente poder sentarse ante alguien culto y poder mantener la conversación sin parecer ignorantes o simplemente tener el nivel educativo para formar a nuestros futuros hijos o discípulos. Pocos desde esos pupitres de la mesa de juego serán capaces de jugar en mesas de mayor nivel, codeándose con otros jugadores de renombre.

El amor es otro, para algunos solo es algo pasajero, una ficha en una tragamonedas que metemos una y otra vez y que, cuando nos da un premio lo despreciamos y lo metemos de nuevo completamente en la tragamonedas y nos vamos con las manos vacías y esa sensación de hambre de algo para decir sin miramientos "es que el amor no existe". Otros se preocupan de recogerlo y no desperdiciarlo, haber jugado y corrido los riesgos para conseguirlo y tener al mismo tiempo la sabiduría de no jugarlo ni arriesgarlo cuando ya se obtuvo... En algunos casos nosotros nos quedamos con el amor que otro, jugando, dejo ir...

¿No es así con todo?

Viajar, o dejar que otro viaje por mí, tomar ese trabajo o apostar que lo dejo pasar y consigo uno muchísimo mejor, pero saber que estoy en la mesa para conseguir un buen trabajo... estudio, amor, familia, diversión... hasta dejar pasar un "Te Quiero" o decirlo aquí y ahora...

...

Hay dos consideraciones más

Se puede abandonar una mesa para tomar otra, es lógico. Dejar Ingeniería de Sistemas por estudiar Diseño Gráfico, por ejemplo, o se pueden abandonar todas las mesas, que es en sí, una apuesta más grande, porque es perderlo todo y renunciar a todas las oportunidades y no correr ningún riesgo, o sencillamente tener tal grado de libertad e iluminación que no se requiere de las mesas de juego para ganar las cosas... o las cosas son demasiado triviales.

La segunda, mirar las cosas no hacia arriba sino hacia abajo. Hacía arriba se ve que la idea es estar ganando cuando los demás dejan pasar oportunidades... hacia abajo se ve como se dejan pasar las oportunidades, no se corren los riesgos, no se miden los juegos, no se es consciente de sus propias cartas o se juega con demasiada ligereza... no se levanta la cabeza de las cosas pequeñas y triviales y se dejan perder cantidades enormes y se dejan pasar oportunidades valiosas... esta mirada hacia abajo, solo tiene un fin... no hacer parte de este grupo, simplemente tener en cuenta lo que no se debe hacer para estar en él... Por ejemplo, ir al colegio o la universidad a calentar el puesto y dejar pasar todas las oportunidades que esas cartas que tenemos nos pueden brindar, porque en el colegio se tienen mejores cartas que en las calles o en los territorios aislados o pobres, lástima que halla tanta gente que no las quiera aprovechar...

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