si así es, una cosa es tener un blog en un sitio público donde todos entren a leerlo y dejen comentarios por doquier... ese sería mi interés si quisiera que fuera popular... pero no es ese mi interés
mi interés es un espacio propio donde comunicar algunas cosas, no a todos, no a cualquiera, no al azar, no por casualidad
a aquellos que lo quieran ver
tarde, tarde vengo a descubrir que la red es un espacio donde uno quiere que todos vean lo que uno hace y uno quiere ver lo que todos hacen
y uno se equivoca, no puedo forzar a que todos vean lo que yo hago, ni puedo forzarme a verlo todo
20070913
Loving a fairy girl
26 de agosto de 2007
Loving a fairy girl
What's love?
I exactly don't know...
But love is a real thing, you just feel it
You make plans around it
You fight for it
You want it in your life
You think life has a meaning thanks to It
Now, I feel love... but, maybe, I'm loving a fairy girl
a kind of beauty and ethereal woman
a woman you saw one day in your life, but you can never forget her
she's in your dreams or your daylife
touching with her invisible hand whatever you do, think, see, miss, smell, taste...
but you are a human being...
and you have to live you own life...
you always ask yourself if you will see your fairy love before your life ends
and you ask yourself if it has a meaning to be waiting to see her again
in the other hand, you know if you don't wait, you cannot see her again... or if you see her, you'll do from a far place, never being able to say her what you didn't say in the magical moment she was part of your life...
do i must wait for you, my little but real fairy?
i don't know
i just know
that i love you so much
in a way i never loved before
just
i love you
i love you
Hebert Caballero
Mi Zahir
13 de septiembre de 2007
Mi Zahir
Te he pensado tanto que a fuerza de pensarte creo que comienzo a olvidar mi mundo, comienzo a pensarte de mil maneras y confundirte en mil figuras.
Memorizo, como Borges dijera, otras monedas a fin de olvidar la pequeña moneda que se le ha atravesado en la cabeza...
Pero en tu caso son otros rostros y otras voces, otros perfumes y otras miradas, que solo termino comparando con las tuyas... o solo me llevan a tu aroma o tu voz o tu cabello...
A fuerza de pensarte o ignorarte siempre estás ahí...
Presente de una manera etérea... no como un hada, no como una musa, más si como una idea idealizada - pero que fue real - que va devorando mi mundo...
Quisiera como aquella moneda pensarte y pensarte y a fuerza de pensarte hallar el Todo detrás de tu imagen o hallar al Cielo de mi lado para abandonar mi idea fija en ti y en su lugar tenerte a ti...
A fuerza de pensarte me pierdo y como Borges dijera, desaparece el mundo y te harás mi diosa y te harás la causa creadora de mi propio mundo y objeto único de mi devoción, más eso sería perder el contacto con el mundo, y perderte a ti, perdiéndome en el Zahir...
Mas no pienso sentarme en una banca a ver como día tras día, mi niña, me robas la memoria del mundo
... me haces un hombre perdido en tu imagen
no, mi niña
Puedes ser mi Zahir, pero no me pienso rendir, no te quiero ideal, ni quiero que seas la columna desde la cual se pueden oír todas las voces del mundo, ni la moneda trivial que enloquece a los mortales por no poderla olvidar, ni la imagen que puedo ver por todos lados al mismo tiempo llenando mi mente...
quiero que seas la mujer de la cual puedo oír su tierna voz, la mujer especial que no pueda olvidar ni quiera dejar y la imagen de la cual solo veo un lado... el real...
A fuerza de pensarte
o me perderé en ti, mi Zahir, o llegaré a amarte, mi niña...
o
¿quien sabe?
quizás, las dos cosas...
Hebert Caballero
La vida es un casino
La vida es un casino.
¿qué es un casino...?
Es un lugar de juego, de apuestas, de azar... sobre todo de azar, azar conlleva dos cosas, riesgo e, irónicamente, oportunidades, de hecho el riesgo es tomar o perder una oportunidad. Y la vida es lo mismo, y al igual que en el casino, se gana o se pierde, sin vuelta atrás, aunque tras ganar o perder uno sigue en la mesa jugando sus cartas.
Uno no le gana a la vida, de la misma manera que uno no le gana al casino, el casino siempre gana, igual la vida, si no fuese así los casinos no serían rentables y cerrarían sus puertas para dedicarse a otra cosa... y nuestro planeta sería un terreno baldío alrededor de una estrella amarilla.
¿Estamos entonces condenados a perder?
No, para nada. Porque en las mesas eventualmente hay jugadores que ganan dinero.
¿Dónde está el truco entonces?
La idea no está en ganarle al casino, está en ganar junto al casino... ¿de dónde? Los demás que están en la mesa y que están perdiendo. En la vida es igual. No se trata de ganarle a la vida, se trata de ganar con la vida, y ganar de lo que otros pierden... y no es injusto, mientras estés ganando lo que otros pierden, lo que otros dejan pasar, las apuestas que ellos mismos hicieron mal, o las que no hicieron, o apostar junto a alguien que sabemos que va a ganar...
No se trata de hacer trampa, esto sería injusto... solo se trata de aprovechar adecuadamente las oportunidades que se nos presentan.
Un ejemplo de ganar en la mesa de juego lo que otros pierden, el colegio. Muchos estudiantes entramos a esa mesa de juego y tomamos nuestros asientos o pupitres, recibimos nuestras cartas y comenzamos a jugar... pocos en realidad se dedican a ganar este juego, otros solo lo ven pasar. De aquí dependerá mucho, quienes a futuro podrán conseguir un título profesional o simplemente poder sentarse ante alguien culto y poder mantener la conversación sin parecer ignorantes o simplemente tener el nivel educativo para formar a nuestros futuros hijos o discípulos. Pocos desde esos pupitres de la mesa de juego serán capaces de jugar en mesas de mayor nivel, codeándose con otros jugadores de renombre.
El amor es otro, para algunos solo es algo pasajero, una ficha en una tragamonedas que metemos una y otra vez y que, cuando nos da un premio lo despreciamos y lo metemos de nuevo completamente en la tragamonedas y nos vamos con las manos vacías y esa sensación de hambre de algo para decir sin miramientos "es que el amor no existe". Otros se preocupan de recogerlo y no desperdiciarlo, haber jugado y corrido los riesgos para conseguirlo y tener al mismo tiempo la sabiduría de no jugarlo ni arriesgarlo cuando ya se obtuvo... En algunos casos nosotros nos quedamos con el amor que otro, jugando, dejo ir...
¿No es así con todo?
Viajar, o dejar que otro viaje por mí, tomar ese trabajo o apostar que lo dejo pasar y consigo uno muchísimo mejor, pero saber que estoy en la mesa para conseguir un buen trabajo... estudio, amor, familia, diversión... hasta dejar pasar un "Te Quiero" o decirlo aquí y ahora...
...
Hay dos consideraciones más
Se puede abandonar una mesa para tomar otra, es lógico. Dejar Ingeniería de Sistemas por estudiar Diseño Gráfico, por ejemplo, o se pueden abandonar todas las mesas, que es en sí, una apuesta más grande, porque es perderlo todo y renunciar a todas las oportunidades y no correr ningún riesgo, o sencillamente tener tal grado de libertad e iluminación que no se requiere de las mesas de juego para ganar las cosas... o las cosas son demasiado triviales.
La segunda, mirar las cosas no hacia arriba sino hacia abajo. Hacía arriba se ve que la idea es estar ganando cuando los demás dejan pasar oportunidades... hacia abajo se ve como se dejan pasar las oportunidades, no se corren los riesgos, no se miden los juegos, no se es consciente de sus propias cartas o se juega con demasiada ligereza... no se levanta la cabeza de las cosas pequeñas y triviales y se dejan perder cantidades enormes y se dejan pasar oportunidades valiosas... esta mirada hacia abajo, solo tiene un fin... no hacer parte de este grupo, simplemente tener en cuenta lo que no se debe hacer para estar en él... Por ejemplo, ir al colegio o la universidad a calentar el puesto y dejar pasar todas las oportunidades que esas cartas que tenemos nos pueden brindar, porque en el colegio se tienen mejores cartas que en las calles o en los territorios aislados o pobres, lástima que halla tanta gente que no las quiera aprovechar...
¿qué es un casino...?
Es un lugar de juego, de apuestas, de azar... sobre todo de azar, azar conlleva dos cosas, riesgo e, irónicamente, oportunidades, de hecho el riesgo es tomar o perder una oportunidad. Y la vida es lo mismo, y al igual que en el casino, se gana o se pierde, sin vuelta atrás, aunque tras ganar o perder uno sigue en la mesa jugando sus cartas.
Uno no le gana a la vida, de la misma manera que uno no le gana al casino, el casino siempre gana, igual la vida, si no fuese así los casinos no serían rentables y cerrarían sus puertas para dedicarse a otra cosa... y nuestro planeta sería un terreno baldío alrededor de una estrella amarilla.
¿Estamos entonces condenados a perder?
No, para nada. Porque en las mesas eventualmente hay jugadores que ganan dinero.
¿Dónde está el truco entonces?
La idea no está en ganarle al casino, está en ganar junto al casino... ¿de dónde? Los demás que están en la mesa y que están perdiendo. En la vida es igual. No se trata de ganarle a la vida, se trata de ganar con la vida, y ganar de lo que otros pierden... y no es injusto, mientras estés ganando lo que otros pierden, lo que otros dejan pasar, las apuestas que ellos mismos hicieron mal, o las que no hicieron, o apostar junto a alguien que sabemos que va a ganar...
No se trata de hacer trampa, esto sería injusto... solo se trata de aprovechar adecuadamente las oportunidades que se nos presentan.
Un ejemplo de ganar en la mesa de juego lo que otros pierden, el colegio. Muchos estudiantes entramos a esa mesa de juego y tomamos nuestros asientos o pupitres, recibimos nuestras cartas y comenzamos a jugar... pocos en realidad se dedican a ganar este juego, otros solo lo ven pasar. De aquí dependerá mucho, quienes a futuro podrán conseguir un título profesional o simplemente poder sentarse ante alguien culto y poder mantener la conversación sin parecer ignorantes o simplemente tener el nivel educativo para formar a nuestros futuros hijos o discípulos. Pocos desde esos pupitres de la mesa de juego serán capaces de jugar en mesas de mayor nivel, codeándose con otros jugadores de renombre.
El amor es otro, para algunos solo es algo pasajero, una ficha en una tragamonedas que metemos una y otra vez y que, cuando nos da un premio lo despreciamos y lo metemos de nuevo completamente en la tragamonedas y nos vamos con las manos vacías y esa sensación de hambre de algo para decir sin miramientos "es que el amor no existe". Otros se preocupan de recogerlo y no desperdiciarlo, haber jugado y corrido los riesgos para conseguirlo y tener al mismo tiempo la sabiduría de no jugarlo ni arriesgarlo cuando ya se obtuvo... En algunos casos nosotros nos quedamos con el amor que otro, jugando, dejo ir...
¿No es así con todo?
Viajar, o dejar que otro viaje por mí, tomar ese trabajo o apostar que lo dejo pasar y consigo uno muchísimo mejor, pero saber que estoy en la mesa para conseguir un buen trabajo... estudio, amor, familia, diversión... hasta dejar pasar un "Te Quiero" o decirlo aquí y ahora...
...
Hay dos consideraciones más
Se puede abandonar una mesa para tomar otra, es lógico. Dejar Ingeniería de Sistemas por estudiar Diseño Gráfico, por ejemplo, o se pueden abandonar todas las mesas, que es en sí, una apuesta más grande, porque es perderlo todo y renunciar a todas las oportunidades y no correr ningún riesgo, o sencillamente tener tal grado de libertad e iluminación que no se requiere de las mesas de juego para ganar las cosas... o las cosas son demasiado triviales.
La segunda, mirar las cosas no hacia arriba sino hacia abajo. Hacía arriba se ve que la idea es estar ganando cuando los demás dejan pasar oportunidades... hacia abajo se ve como se dejan pasar las oportunidades, no se corren los riesgos, no se miden los juegos, no se es consciente de sus propias cartas o se juega con demasiada ligereza... no se levanta la cabeza de las cosas pequeñas y triviales y se dejan perder cantidades enormes y se dejan pasar oportunidades valiosas... esta mirada hacia abajo, solo tiene un fin... no hacer parte de este grupo, simplemente tener en cuenta lo que no se debe hacer para estar en él... Por ejemplo, ir al colegio o la universidad a calentar el puesto y dejar pasar todas las oportunidades que esas cartas que tenemos nos pueden brindar, porque en el colegio se tienen mejores cartas que en las calles o en los territorios aislados o pobres, lástima que halla tanta gente que no las quiera aprovechar...
20070522
Vainilla
Una vez recuerdo a una amiga preguntarme oye y, ¿por qué te gusto?
Bueno, tomando en cuenta de que la pregunta parte de una premisa anterior, el que ella me guste y que ella lo sepa, la verdadera pregunta es... ¿por qué?
Entonces comencé a enumerar las cosas que me gustaban de ella, haciendo una lista rápida en mi mente, asumiendo que sin tener que enumerarlo todo tendría una lista de lo más relevante... Hice la lista rápidamente, luego la repasé, y luego construí (esta parte del proceso no sé porqué la hice así, sin querer) cree una mujer ideal con esa descripción... y no di con una mujer ideal, ni siquiera con una mujer difícil de encontrar... no, simplemente dí con la imagen de una buena mujer... ¡Hey! Una buena mujer es simplemente eso, una buena mujer, es especial, vale la pena, pero no es algo como para enamorarse perdídamente, es alguien a quien uno le puede decir "sí" de la misma manera que le puede uno decir "no".
Entonces me lo pregunté de nuevo. ¿qué me gusta de ella? ¿por qé me gusta ella?
Y recordé la vainilla. A la gente le gusta la vainilla o no le gusta. Ni siquiera algunos sabemos que es, de donde viene, de donde se saca, pero la olemos o la comemos y nos gusta o no, sin razones. Así. Simple. Nos gusta o no.
No nos ponemos a hacer una lista. Es que es dulce, es que es suave, es que... porque cualquier cosa es dulce, cualquiera es suave, cualquiera es sutil... Pero solo la vainilla es vainilla.
Así que la conclusión a la pregunta que me hizo ella, porqué me gusta, es esa: porque ella es vainilla, y no tengo razones para que me guste, simplemente me gusta y me gusta mucho. No me importa de que esta hecha y como, ni de donde viene ni que es.... me importa que es...
Creo que después de esa pregunta me he planetado muchas otras cosas y mi respuesta ahora es solo esa...
Vainilla.
Bueno, tomando en cuenta de que la pregunta parte de una premisa anterior, el que ella me guste y que ella lo sepa, la verdadera pregunta es... ¿por qué?
Entonces comencé a enumerar las cosas que me gustaban de ella, haciendo una lista rápida en mi mente, asumiendo que sin tener que enumerarlo todo tendría una lista de lo más relevante... Hice la lista rápidamente, luego la repasé, y luego construí (esta parte del proceso no sé porqué la hice así, sin querer) cree una mujer ideal con esa descripción... y no di con una mujer ideal, ni siquiera con una mujer difícil de encontrar... no, simplemente dí con la imagen de una buena mujer... ¡Hey! Una buena mujer es simplemente eso, una buena mujer, es especial, vale la pena, pero no es algo como para enamorarse perdídamente, es alguien a quien uno le puede decir "sí" de la misma manera que le puede uno decir "no".
Entonces me lo pregunté de nuevo. ¿qué me gusta de ella? ¿por qé me gusta ella?
Y recordé la vainilla. A la gente le gusta la vainilla o no le gusta. Ni siquiera algunos sabemos que es, de donde viene, de donde se saca, pero la olemos o la comemos y nos gusta o no, sin razones. Así. Simple. Nos gusta o no.
No nos ponemos a hacer una lista. Es que es dulce, es que es suave, es que... porque cualquier cosa es dulce, cualquiera es suave, cualquiera es sutil... Pero solo la vainilla es vainilla.
Así que la conclusión a la pregunta que me hizo ella, porqué me gusta, es esa: porque ella es vainilla, y no tengo razones para que me guste, simplemente me gusta y me gusta mucho. No me importa de que esta hecha y como, ni de donde viene ni que es.... me importa que es...
Creo que después de esa pregunta me he planetado muchas otras cosas y mi respuesta ahora es solo esa...
Vainilla.
20060827
mueren todas las mariposas blancas
alguna vez fuí autoridad
y alguna vez fuí tesoro
alguna vez fuí angel
y muchas fuí un hombre
algunas un loco
pocas he podido cuestionarlo
algunas algo indefinible en esta lengua
quizá ahora sea un dragón*
y otras algo tan vano que no vale la pena mencionarlo
las mariposas blancas mueren juntas
como las vidas restantes que quedaban de aquellas nueve
si algo queda del fenix
si algo queda de mí
quizá alguna vez sea un dios
* quizá los dragones no son eran enormes alados y escamosos, quizá más bien eran suaves y risueños, de buen animo
quizá por eso
no los hemos podido ver de nuevo
y alguna vez fuí tesoro
alguna vez fuí angel
y muchas fuí un hombre
algunas un loco
pocas he podido cuestionarlo
algunas algo indefinible en esta lengua
quizá ahora sea un dragón*
y otras algo tan vano que no vale la pena mencionarlo
las mariposas blancas mueren juntas
como las vidas restantes que quedaban de aquellas nueve
si algo queda del fenix
si algo queda de mí
quizá alguna vez sea un dios
* quizá los dragones no son eran enormes alados y escamosos, quizá más bien eran suaves y risueños, de buen animo
quizá por eso
no los hemos podido ver de nuevo
20060812
cosas básicas y curiosas... reflexión
Pensé en el significado del hecho y en el de mis propias palabras... pues por un lado, esas palabras están más rudas ue la realidad, por otro lado son lo suficientemente crudas para no estar falseadas...
querer hacer el amor y desear son cosas diferentes, la primera incluye querer compartirse a y con el otro, la otra... la otra en sí encierra el ego y excluye un poco al otro...
pero el ¿porqué? la respuesta a la pregunta
es tan simple como la simpleza de las palabras que se dijeron...
loq ue ella escribe, o como esribe, o como lo escribió, dejó ver su sensibilidad, la forma en que siente y vive, o como experimenta las cosas, quizá la respuesta más acertada en palabras sería que quiero compartir mi yo de una manera cercana e intima con el yo de esa que escribe y siente de esa manera que ha dejado ver...
quizá esa es una respuesta, pero es inexacta... gracias a lo inexacto del español...
querer hacer el amor y desear son cosas diferentes, la primera incluye querer compartirse a y con el otro, la otra... la otra en sí encierra el ego y excluye un poco al otro...
pero el ¿porqué? la respuesta a la pregunta
es tan simple como la simpleza de las palabras que se dijeron...
loq ue ella escribe, o como esribe, o como lo escribió, dejó ver su sensibilidad, la forma en que siente y vive, o como experimenta las cosas, quizá la respuesta más acertada en palabras sería que quiero compartir mi yo de una manera cercana e intima con el yo de esa que escribe y siente de esa manera que ha dejado ver...
quizá esa es una respuesta, pero es inexacta... gracias a lo inexacto del español...
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